No Espiar.

Preguntas, preguntas, preguntas. ¿Dónde voy? ¿Qué haré? ¿A quién gustaré? Estoy cansada de toda la información que por mi cerebro sale, sin cesar, a chorros. Quiero rendirme. Quiero confiar. Quiero lanzar mis preocupaciones al viento y mirarlas irse con hojas muertas.  No importa lo que pregunto. Las preguntas son un desperdicio de mi respiración y mis neuronas. Terminaré donde el destino lo decida. Conozco esto. Quiero confiar en esto. Quiero confiar en que donde terminaré será mejor que algo que yo podría imaginarme, porque será verdadero. Esto será la vida. Será lo mío. Si solamente hago cada momento valioso de una u otra manera, entonces tendré una magnífica historia para contar cuando sea vieja. Ahora sí, sólo puedo aprender a tener la paciencia de dejar a la historia revelarse. No debo intentar leer mi futuro.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Sin título.

Juzgas sin saber.